Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

sábado, 31 de diciembre de 2011

Adiós y hola juntos.

"Como sabéis la bola se ha parado a medio camino, está ahí suspendida para recordarnos que antes de abrir el champán y celebrar el año nuevo debemos pararnos y pensar en el año que ha terminado. Recordar todos nuestros triunfos y nuestros errores, las promesas que no hemos cumplido, las veces que nos hemos abierto a grandes aventuras, y las que hemos cerrado las puertas por miedo a salir dañado. Porque en eso consiste el año nuevo, es otra oportunidad. Una oportunidad de perdonar, de ser mejores, de hacer más, de dar más, de amar más. Y de dejar de preocuparnos por el "y si" y abrir los brazos a lo que venga. Cuando esa bola caiga a medianoche, que caerá, recordemos sed buenos los unos con los otros, no solo hoy sino todo el año."

Y aquí cerramos, 2011. Mañana será un buen día para empezar desde el principio.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Echar de más lo que un día echarás de menos.

Siempre me pregunté, ¿qué pasaría cuando no le vuelva a ver?
Pero no pasó nada. Sólo me quedé allí, viéndole irse a lo lejos. Ésta podría ser la última vez que dijera que le quiero. Éste podría ser el peor momento. Aún así, sería la mayor de las verdades. A partir de ahora las cosas serían diferentes. Quién sabe, quizás mucho más sencillo todo.




Hasta la próxima, compañero.

Habrá un día que me canse y diga "Hasta aquí".

Me siento una completa idiota, ingenua. Eres un auténtico gilipollas, no sabes ni sabrás valorar nunca esto. No soy perfecta, ni siquiera tú lo eres o te acerca a ello, nunca tendremos algo por lo que luchar juntos, intereses contradictorios digamos.

Sé hacerte reir, pensar de manera diferente, pero soy humana y cometo errores. No me considero una preciosidad, y mi cuerpo no es de escándalo. No sé ni recitar poesía ni decir palabras bonitas. No esperes de mí más de lo que puedo darte, no lo haré. Y si, reconozco lo que soy y lo que no, lo que hay y lo que no existe. Y entre tu y yo, es una pena, de verdad, pero no nos une nada, nada que tenga algo de sentido. Eres un chico fácil aunque te las des de complicado, al igual que eres como el resto a pesar de que te consideres diferente y único. No sabes valorar lo que tienes en frente, no te lo reprocho. Parece que solo sabes guiarte por el camino fácil, ya sabes que a gustos los colores, pececillo.

martes, 20 de diciembre de 2011

A las afueras de Oxford, un 19 de agosto muy bien recordado.

Nunca me gustaron las despedidas pero creo que es no es una despedida, es como una película de antena 3. Ahora hemos vivido la primera parte, seguidamente tendremos un intermedio, que espero que no sea demasiado largo y dentro de un tiempo nos vamos a volver a encontrar en la segunda parte, para que toda la película tenga sentido.
Os escribo esto porque en tres semanas os habéis convertido en unas personas muy importantes para mi. La gente puede pensar que estoy loca o algo por el estilo, que en tres semanas todo es mentira, que esto es una burbuja... basura.
Yo creo que a veces el corazón siente y piensa. Hace tres semanas os conocí y en este tiempo hemos compartido muchos momentos. Anécdotas, vivencias, historias, consejos, nos hemos reido... Y por encima de todo, nos hemos entendido.
Ahora toca separarnos, y vivimos muy lejos los unos de los otros, y es muy posible que no os vea hasta dentro de un tiempo. Puedo deciros que os vere, que os llamaré, pero al final todo es mentira y la verdad es que la realidad es muy diferente. Intentaré demostrarlo, con hechos y no con palabras el que sigamos en contacto porque sois unas personas que mereceis mucho la pena, y no lo digo por hacerlo bonito.
Llegué a Oxford no en uno de los mejores momentos de mi vida y realmente ganas de venir no tenía. Pero llegué y me di aún mas cuenta de que la vida son dos días, y hay que aprovecharlos.
Es muy difícil estando lejos de casa sentirte como en ella, y gracias a vosotros me he sentido genial.
Al principio creía que por ser la más pequeña no acabaría de encajar pero con el paso de los dás creo que nos hemos convertido en una familia.
Así que "familia de Oxford", solo me queda daros las gracias por este tiempo, y que espero seguir en contacto con cada uno de vosotros. Y que sí, os voy a echar de menos. Esto no es un adiós sino un hasta luego, y recordad, Tortosa es vuestra casa.
Un abrazo muy fuerte.

Cinta Lluis.


  Os echo de menos, oxforeños.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Diferencias entre ayer y hoy.

Tal vez fue porque pensé que a partir de ayer todo había cambiado, en el momento en el que te vi y me puse a sonreír como una idiota en el final del último autobús del día. Porque supe justo en ese instante, antes de acabar de sonreír, que ya no había marcha atrás, que esto había llegado lo suficientemente lejos como para no poder renunciar a todo. Te habías colado hasta en los sueños, poco a poco ibas formando un gran hueco en mi querida rutina. No hay que ser muy lista para saber que esto tiene tus huellas, que no sé exactamente qué me has hecho que me haya dejado así, creyendo en cosas que antes no creía, valorando lo que días atrás parecía insignificante, viendo más allá de la línea que era antes un muro el cual no se sobrepasaba. Porque es curioso, y a la vez suena estúpido pero nunca, nunca, había creído en nadie como creo en ti. No sé como llegas a ser mi depósito de confianza. Y después de todo, ¿cuántos minutos he pasado a tu lado? ¿por qué sé que va a ser inevitable echarte de menos? ¿Y por qué quiero darte un abrazo cuando acabo de darte uno?

Que no sé por qué pero así, todo suena mejor.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Y para que nada nos separe, que nada nos una.

Jugamos a un juego visible a ojos de cualquiera, pero del que nadie sabe las reglas. Ninguno conoce en qué consiste, cómo se gana y cómo te puedes declarar perdedor. Juego envidiado por alguno que otro, un juego peligroso pero a la vez tentador. Un juego con el que no llegas a nada, ni tampoco parece que lo pierdes. Aún sabiendo que no se debe jugar, las ganas pueden, él se arriesga, miente, y mueve la ficha justa para incitar al otro jugador a pensar jugada, o mejor aún, a llevarla a cabo. Y ella juega, avisada por tanto de que en los juegos existe la posibilidad de perder a pesar de que parezca improbable, que a cuanto más conocimiento mayor es la debilidad. Un juego que parece ser que no crea nada, y en cambio, destruye mucho más allá de lo apreciable. Pero es así, nadie habla, no existe comunicación alguna fuera del maldito círculo vicioso que se crea. Como todo, se acaba. No se sabe cuándo ni cómo acabará pero al levantar las cartas, la sinceridad es reflejada en cada uno de los números que estas contengan. Distintos intereses, distintos puntos de vista y distintas metas. Porque claro, perseguir un objetivo no significa conseguirlo.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Hay veces, que de donde no hay no se puede sacar.

“Tengo una tía que cuando te sirve cualquier cosa te dice "dime cuando"; mi tía decía dime cuando... y nosotros no lo decíamos; no decíamos cuando por que siempre existe la posibilidad de que haya más, más tequila, más amor... más de lo que sea... más es mejor.
Hay mucho que decir sobre el vaso medio lleno, sobre saber decir cuando, creo que es una línea borrosa un barómetro de necesidad y deseo; depende por completo del individuo y depende de lo que te estén sirviendo. A veces solo queremos probarlo, otras veces no hay suficiente... el vaso no tiene fondo y lo único que queremos es más.”

Grey’s anatomy.

jueves, 8 de diciembre de 2011

No hablo de cualquiera.


Sí, es él. Ni alto ni bajo. El chico desconocido que se sienta en la última fila de clase. Nadie habla de él pero es conocido por todos, tiene amigos, aunque no es popular. No resalta entre la multitud pero su inteligencia es valorada. Se podría decir que es el típico chico que no llama la atención, ni siquiera de la persona más curiosa. Pasa percibido por causas desconocidas. Y tú, sabes que está ahí pero pasa desapercibido hasta que deja de hacerlo. No pretende captar tu atención, en cambio tu mirada le sigue. Detallista y atento. Le tomas por "friki". A la vez, misterioso e interesante.
Un chico del cual no te habrías fijado si no hubiera levantado la mano para poder opinar acerca de lo que se hablaba en clase, o lo que hablaban unos cuantos. Su perfecta intervención y la visión tan sumamente amplia de la sociedad dejó atónito a más de uno. Era impresionante como ese juego de palabras con tanta delicadeza sonaban a gloria. A leguas se percibía que era especial, distinguido del resto de chicos de su edad. Alguien con el que la confianza y la tranquilidad se servían en plato grande. Alguien encantado de ayudarte a cambiar lo que no te gusta. Alguien deseoso de ser tu compañero, sin traiciones ni beneficios. Así, tan sencillo y natural. Él.

martes, 6 de diciembre de 2011

Tranquilo, lo de echar de menos es recíproco.

Te echo de menos, te necesito en cierto modo. Nadie habla de quererte, hablo de que a pesar de que te hayas comportado como un auténtico imbécil siento que sin ti estoy sola, de que no me voy a poder enfrentar a todo ese montón de cosas que construimos, como el típico castillo de playa al que dedicas tu tiempo y luego se destruye con el sencillo movimiento del mar.
Y entiendo que se acabó, de hecho es lo que verdaderamente quiero. Aún así es inevitable no recordar que eras tan sumamente tierno cuando decías que con verme bien tenías suficiente, que cuando yo estaba bien no necesitabas más para estarlo tú también.
Acepto que me reí de tus sensiblerias, y que escondí todo lo que debería haber dicho.
Ahora me ruedan lágrimas por el suelo cuando dejas que oiga decir que estás contento dando abrazos a otra, que los besos siguen siendo especiales, que tanto te da igual lo que hablen a tus espaldas y que te arrepientes de ese pasado... Ahí, todo se hiela. No queda nada.

Tú has acabado con ese capítulo y yo, aquí, termino con el mío. Quizás ahora me dé por correr lejos, sé que lo notarás por muchas puertas, capítulos, libros o incluso kilómetros que pongas de por medio.



lunes, 28 de noviembre de 2011

Una y no más.


Hará aproximadamente unos 427 días que se me ocurrió escribirte por última vez. En ese momento, lo único que era capaz de ver por todos los lados era miedo, miedo a seguir sin tus besos, sin tus palabras decoradas, sin tu "te quiero" de cada noche, sin tus "buenos días princesa". Miedo a no saber seguir, a no encontrar el camino que me podía hacer feliz. Miedo a dejar de soñar y estancarme. En cambio, a pesar de que el miedo me cubría por completo, llegando a ahogarme como creía, te advertí que me había cansado de esperarte, que era el momento de abandonar la lucha de conseguirte a costa de mi felicidad. Ese instante había llegado. El fin de todos los capítulos que escribimos de nuestra historia acababan con un buen punto y aparte. 
Y hoy, después de un largo tiempo, te das cuenta de que me has perdido, que tus "te quiero" eran sinceros, pero es tarde, demasiado tarde. Ya cumplo mis sueños, los de largo plazo, los del día a día, no tengo miedo, todo lo contrario tengo ganas de seguir. Y seguir implica no releer capítulos antiguos y apartarte. También incluye despertar por la mañana con los rayos de sol acomodados en mi cara, levantarme y encontrarme a mí. Sin más. Y tú, a tu vida. Eso si, no me digas que no te lo advertí.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Bicho malo nunca muere.

La cumbre es algo que ha sido creado para mí. Soy transparente pero las miradas de todos van tras mí. Odiada por pura envidia. El orgullo y el egoísmo son mis compañeros de todos los días. No me avergüenzo de lo que hago ni pienso. No amé a ninguno ni las lágrimas tienen que ver conmigo. Odio los imprevistos pero estoy preparada para lo que venga.Me distingo entre la muchedumbre aún teniendo el peor de mis días. Las palabras "inseguridad" y "desconfianza" no están en mi vocabulario. Soy todo aquello que muchos desean. Sentir  empatía lo veo superfluo. Sofisticada y con amor propio son palabras que me definen.Nadie ni nada me hace cambiar, luzco tacones nuevos y el resto me reconoce. No necesito ser humilde porque sería engañarme y engañarles. Si es tiempo de pisotear, soy de las que pisotean y nunca pisoteada. Especial, diferente y guapa. Modelo a seguir aunque sea duro de reconocer. Toco el cielo y no me caigo. Derrocho en fiestas sin hora prevista. Sé lo que soy, y no necesito que me recuerden mis virtudes. El fin sí que justifica los medios. No me importa el qué diran. Mis fuerzas no flaquean y en mi vida no existe la rutina.Me consideraréis odiosa, pero adoro como soy.

 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Todas las canciones hablan de mí.

"He estado intentando convencerme de que abandonar a una persona no es lo peor que se le puede hacer. Puede resultar doloroso pero no tiene porqué ser una tragedia. Si uno nunca dejase nada o a nadie, no tendría espacio para lo nuevo. Evolucionar constituye una infidelidad, a los demás, al pasado, a las antiguas opiniones de uno mismo. Cada día debería tener al menos una infidelidad esencial, una traicion necesaria. Se trataría de un acto optimista, esperanzador, que garantizaría la fe en el futuro. Una afirmación de que las cosas pueden ser no solo diferentes, sino mejores."

martes, 22 de noviembre de 2011

Terminaron las ruinas.

Absurda es la idea de complacer al mundo. Somos totalmente precedibles por aquellos que nos conocen, nos equivocamos y no tenemos la pequeña capacidad de la empatía. Claro, a nuestros ojos, todo se ve bien.

Llevo aproximadamente tres días sin tiempo ni para respirar con un único propósito. Lo malo de la realidad, es que todos esperamos algo de otros, lo malo de poner los pies en la tierra es que en algún momento nos decepcionamos o fallamos a otros y lo malo de vivir entre corrientes de mares que nos llevan de un lado a otro es que acabaremos estrellados en un gran Iceberg. Y qué difícil es seguir cuando adoras la perfección.
Ahora, en cambio parto de suerte y de que el uso de la partícula "no" en ciertas ocasiones es lo más correcto.
Porque siempre podrás sacarme errores, uno tras otro, hay miles detrás de cada una de mis palabras. Y yo, no puedo evitarlos, no puedo hacer magia de la nada. No soy una máquina y no soy capaz de hacerles feliz a todos. No soy ni mejor ni peor, pero no siempre puedo ser lo que esperen de mí, ni lo que a tí te gustaría, ni dejar de preguntar, soy impertinente y cotilla, no voy a esforzarme en cambiar.

Y si nadie me quiere, plantaré trigo en el campo y viviré del aire.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Encantado de haberse conocido.

Rematadamente guapo, bastante idiota, mujeriego y un fiestero empedernido. Algo creído, ejemplarmente superficial, misterioso o sucedáneo de lo mismo, atento y condenadamente atractivo. Vive de fingir que rescata a las que caen y se pierden en sus ojos. Su forma de vida es la seducción a través de palabras disfrazadas dispuestas en un orden ligeramente apetecible para oidos de alguna cualquiera.
Así es, o ha parecido ser hasta el momento. Sin embargo, esinteresante a su modo, consciente de ello y sacandolo partido. Apenas va buscando presas del sexo opuesto ni con aires de seductor. Te deleita con lo que quieres escuchar y espera a que todas comamos de su mano. Te halaga, amplía horizontes con sus objetivos y pasa a hacerte gracia a pesar de que le tengas ampliamente calado.
Resulta hasta entretenido verlo actuar, y cuanto más cerca mejor. ¿Cuántas van? Aproximadamente una docena de insinuaciones baratas aplicables a un gran número de mujeres por noche. Guiña el ojo, agacha la cabeza, hace posar en su bonita cara una sonrisa esperando a que tú se la devuelvas. Misma maniobra repetida varias veces a lo largo de la noche, en cambio, mientras le ves cambiar de sitio en la barra sigue intentando fijar la mirada en ti. En fin, por ahora es un capullo con suerte, !ah! y rematadamente guapo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

No queda nadie, no estás tú.

Se encontraba en un laberinto, uno sin aparente salida. Se encontraba enterrado en la arena y la marea comenzaba a subir. Se encontraba mirando por la cerradura de una puerta, intentando abrirle a una sensación que había quedado presa desde hace mucho, porque empezaban a doler heridas que no sangran. Y un vacío comenzaba a hacerse grande, como una escalera que no tiene fin y él no tenía fuerzas para subir. Comenzó a gritar pero ya nadie escuchaba, intentaba hablar pero el río de ruido sumergía las palabras, porque no se puede intentar atrapar en una taza de té las goteras que producen toda una habitación. Y todo comienza a desbordar, comienza a ahogarse, pero se aferra, y no se suelta las sábanas que un día lo hicieron soñar. Y sus manos se vuelven débiles. Necesitaba dormir. Solo necesitaba a alguien que le tendiera una mano, un abrazo y le escuchaba. Lo pedía a gritos, gritos sordos. Solo necesitaba un lugar dónde descansar, un lugar dónde no pudiera recordar, ni que le recordasen quién fue. Pero ese lugar no estaba hecho para mi. Yo no estaba allí, ni estaba con él.

domingo, 30 de octubre de 2011

Nadie dijo que dejarlo fuera la solución.

Abrió el armario. Sí, la blusa de la izquierda. Una blusa ancha y nueva, tal vez era demasiado pero tenía un color favorecedor, que quedaría mejor con un tono más moreno de piel.

Medias tupidas y falda o vaqueros, medias y falda, vaqueros, sale a la terraza para comprobar la temperatura. Unos buenos tejanos de un color claro.

Frente al espejo, un toque de brocha, eyeliner con un poco de rímel, y pintalabios, un buen color de labios rojizo necesario para alegrar esa cara. Chapa y pintura, lo suele llamar. Si alguien la llamase en estos momentos diría que al menos necesita unos veinte minutos para salir, que para lograr la perfección se necesita tiempo, o alguna de esas frases típicas de ella. Y como no, cuelga riendose, sabe que siempre se hace esperar, no es capaz de ser mínimamente puntual o llegar menos de un cuarto de hora después. Necesita dar el último retoque.

Reloj en mano derecha a pesar de que es diestra, sin él se siente como desnuda. La blusa es lisa, busca algún collar aunque acaba cambiando de la habitación yendo al cajón de su "madre adolescente". Todo lo que hay le gusta más que lo poco que hay en su cajón. Pulsera de conchas y collar de bolas negras, si, este, ideal.



Lista, un poco de volumen a esa melena rizada, se coloca el flequillo. Justo, llaman al timbre. Grita desde su habitación un "ya voy" y se enfunda en unos tacones rojos, incómodos pero la ocasión los requiere, un bolso pequeño, monedero, llaves y paraguas en el interior. Cazadora de piel, y ¿se deja algo? Si, el móvil.

Llevaba demasiado tiempo fuera de la vida nocturna, no salía desde que su vida dio un giro de 180º y sus metas eran completamente diferentes. Hoy por hoy, sabía que ninguno de los pensamientos anteriores eran útiles, lo mejor era una buena combinación con ayuda de una buena compañia. Y así, cenaran en un restaurante caro, y entraran a la primera discoteca, alcohol y baile, lo suficiente para no pensar durante una noche. Venga, no te equivocas, esta vez lo haces bien. Las mejores noches son las que no te esperas, se dice.


- Hombre desaparecida, ¡cuánto tiempo amiga mía!
- Callate idiota, que sé que me echabas de menos, espera que cierro la puerta y nos vamos.

jueves, 27 de octubre de 2011

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Aprendí que no hay mal que por bien no venga, que en el amor y en la guerra todo vale, que la vida no es un camino de rosas, que el que algo quiere, algo le cuesta, que el tiempo es oro,que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer,que al mal tiempo, buena cara, que quien no corre vuela. Dicen que no por mucho madrugar amanece más temprano, que quien no mira adelante atrás se queda, que quien avisa no es traidor. Cuentan que quien bien te quiere te hará llorar, que quien mucho abarca poco aprieta, que en todas partes se cuecen habas. Y algo que me quedó claro, para ver el arco-iris primero tienes que ver llover.

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Aceptas?

Hagamos un trato. Conmigo no caerás en la monotonía, no te dejaré que te acostumbres a mí. Saldremos una noche a la semana a cenar fuera, si hace falta pagaré el restaurante más caro de la ciudad, haremos los viajes que siempre hemos soñado. Visitaremos París, pasearemos por la Quinta Avenida de Nueva York, viajaremos a Canadá a ver las auroras boreales y a dormir en iglú. Y a las islas Galapago a nadar con las tortugas.


Para desayunar, habrá tostadas y croissants con café recién hecho y leche medianamente caliente. Cocinaré el bizcocho que tanto te gusta. A cambio, tú verás una de esas comedías románticas que consideras odiosas. Veremos el fútbol de vez en cuando. ¿Peleas?, las justas. Alguna de vez en cuando, no por nada, sino porque me encanta reconciliarme contigo. Te prometo un beso el primer beso del día, y el último. Te taparé cuando te quedes dormido en el sofá. Te esperaré despierta cuando llegues tarde, y cuando lo haga yo tú, me harás un hueco entre tus brazos. Pasearemos en otoño pisando las montañas de hojas caídas, haremos peleas de nieve, y en verano, nos bañaremos en el mar al caer el sol.
Y no, no te cansarás, si esa es tu duda.


jueves, 13 de octubre de 2011

No eres bienvenida Soledad.

Tal vez una buena sesión de frío era la mejor medicina para ella. Miró por la ventana, y al ver que las hojas empezaban a caerse, no paró un segundo en pensarlo dos veces. Agarró una bufanda y el abrigo del final del armario, las llaves, algo de dinero por si tenía hambre y un buen libro.
Abajo ya, miró, derecha, izquierda, otra vez derecha. Sí, esta vez se decantó por la izquierda, sabía que siempre que salía iba por la derecha. Una calle larga, gente mayor paseando agarradas del brazo e intentando amenizar aquella tarde de frío, un par de bares abiertos, unos cuantos niños correteando... No había mucho más que ver.
Las opciones eran escasas, volver por donde había llegado o sentarse en un banco cualquiera. La segunda era mejor, y así hizo. Descubrió con el paso del tiempo que los prejuicios no residian en el resto de humanos del planeta, que estaba todo bastante más cerca. Si no existía nadie que la quisiera tal y como era sonaba curioso, pero la realidad era así. No sabía el motivo, incompatibilidad de pensamientos, distintas maneras de ver el mundo superficial en el que todos vivimos, las ansías de amor y el miedo al dolor. Sea como fuere, el temor a la soledad creía por cada minuto que pasaba.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Es como es, y no será de otra manera.

El tiempo funciona sin pilas. Los trenes no esperan y se largan. Los capuchones de los bolígrafos se pierden. Las palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. La batería de los móviles siempre falla. Las miradas ya son sin compromisos. Las drogas un medio de vida. La música pierde interés por sus letras. Los ordenadores tienen un chip para no querer volver a encenderse cada dos años. Los zapatos se desgastan. El amor se denuncia por malos tratos. Los sueños siempre llegan con retraso. El pasado te hace rebobinar tu vida. Los días martes y trece conspiran contra a ti. Los besos se agotan. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin venir a cuento. El tabaco mata. Los lunes son odiosos. Las relaciones se destiñen. Los compromisos se desentienden. Las luces se funden. Tu maleta pesa más de la cuenta. Los autobuses marean. Los sentimientos se confunden. Los semáforos siempre se ponen colorados si los miras. Los bordillos están dónde no te los esperas. Las prisas te retrasan. Los tipos malos son muy malos y los tipos buenos no son tan buenos.


C'est la vie.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Un mes después.

Cualquier pregunta sobre la felicidad es difícil de responder. Podemos hablar de felicidad con millones de risas, con aproximadamente tres semanas lejos de casa o incluso resumirla en una palabra: Oxford.
Pero al final, todas y cada una de las experiencias se quedan en nuestro recuerdo, ya sean largas, cortas, horribles o increíbles. Cuando te quieras dar cuenta, no lo recordarás todo, puede que ni la mitad pero sabrás que te impresionó y te gustó de verdad.

En los últimos días de este viaje me di cuenta, que como todo, tenía que acabar, cualquier experiencia tiene un final y esta, cómo no, no sería menos, por eso quería tener fotografías de todo, de cada una de las sonrisas, las frases estúpidas y las inoportunas, las horas de siesta a lo "piso patera", las cagadas de Marina, las conversaciones, el paraguas a lo guiri, las confesiones, el idioma balleno de Eva, los "os voy a echar de menos", The vines, Oriel, los fin de semanas de excursión, la piña del niño rabioso, los "no lleguéis tarde", las imitaciones a "boquita de piñón", las vueltas a Pullens Lane, la estupenda comida, el ascensor-montacargas, las noches en la resi de Andrés, la "pijama party", los "men in Black", el zulo de fumadores y el chiquipark, las tardes de Starbucks, las clases de pronunciación de Olaia, los "open the book, close the book", en fin, recuerdos que los llamaría felicidad.

Y así, después de un mes, sigues intentando arañar recuerdos, haciendo un esfuerzo por no dejar atrás los pequeños detalles, por seguir preguntándote qué es lo que estarías haciendo a estas horas si siguieras allí. Y te das cuenta que has cambiado, que personas que los primeros días eran completos desconocidos te dieron una nueva manera de ver el mundo, una perspectiva que buscabas desde hace tiempo, haciéndote ver que te queda mucho camino que recorrer.



“En estos viajes conoces gente y también personas, otras culturas y maneras de pensar pero lo que realmente haces es descubrirte a ti mismo, tus limites y fronteras. En fin, mañana todo esto parecerá un sueño.”

sábado, 10 de septiembre de 2011

Madrid, estoy de vuelta.

Volver, aparecer de la nada. Y sí, estoy aquí, te he devuelto la llamada que hiciste un jueves de hace algunos meses. Y si, ahora mismo te estoy preguntando que cómo te va todo, si conseguiste encontrar aquello que buscabas con tanta ansia, si has encontrado a alguna mejor que yo, y me gustaría saber si en realidad tu último 'te quiero' era cierto.
Deseo con tantas ganas la idea de saber que me echaste de menos, que te fue duro saber que yo no estaba cerca sino a miles de kilómetros pensando en hacer un cambio en mi vida, o quizás en mi. Y me encantaría que me aceptases que llevo razón, que tengo, de nuevo y como siempre la razón.
Pero no tengo ninguna prisa, sé que en breves volverás a verme. Es inevitable que no nos crucemos cuando nuestros inviernos han decidido tener una parte de camino en común. Me muero de ganas por ver tu bonita sonrisa al verme entrar por la puerta, al saber que, después de todo he vuelto por mucho que no confiaras en mis palabras, cuando te dije "Sí, claro que volveré".
Nunca te quise decir qué día sería con exactitud, preferí simplemente volver y recordarte que aún te sigo queriendo.



¿Y tú a mí?

domingo, 4 de septiembre de 2011

Con lo mismo, renovada.

El día dice adiós, todo anochece y el calor empieza a caminar pasando por todos y cada uno de nosotros. Una larga jornada, una temporada difícil. Pero es hora de hacer una pausa, descansar y reflexionar acerca de cómo podemos desprendernos de todo aquello que no nos conviene, la mierda que nos persigue, y ser conscientes de que la huella del tiempo se hace cada vez más honda mientras que nosotros seguimos aquí, parados y esperando algo que parece ser que no es digno de dejarse ver.

Pero nadie es capaz de seguir parado, ni de continuar, se necesita un descanso. No hablo de un día alejado del mundo, hablo de como mínimo semanas, de perderse en la muchedumbre, de dejar que representar el papel que te han asignado durante el invierno, hacer el dichoso "borrón y cuenta nueva", y buscar un cero para reiniciar. Yo, este tiempo, he encontrado todo aquello que buscaba, lo que esperaba ver lo vi en su día, ahora ha vuelto a desaparecer. Desaparece conmigo.



Aún así, no me arrepiento de no haber plasmado en papel todo aquello que sucedió, siempre tendré minutos e incluso horas para hacerlo. El invierno es largo.

viernes, 24 de junio de 2011

No sé por qué lo dejé.

Lo siento, dejé de escribirte por pasar a convertirme en una estúpida. Lo dejé de hacer por la ilusa creencia de dejar de tenerte en mi cabeza. Lo dejé para evocarte el menor tiempo posible en mi cabeza, por dejar de fabricar los pequeños y absurdos planes de futuro y tener la ilusión de plasmarlos en papel. Lo dejé para alejar todo aquello que me tenía unida a ti.
Y no ha surgido efecto, solo ha sido un error, una pausa para volver a empezar. Y por eso lo hago.
No sabría ni cómo empezar, tengo mucho que contarte, muchas respuestas a preguntas que tú un día hiciste. Quiero compartir lo que la distancia no quiere que tengamos.
Te he echado de menos. A ti, al olor de tu pelo, a la suavidad de tu piel, a tus ganas constantes de sonreir, a tu sonrisa mañanera y cómo no a la nocturna, a tus enormes zapatillas estilo "grunge". Este fue el motivo por el que decidí que cada día me contaría a mí misma de lo que me hablabas todas las noches mientras que me fumaba el último cigarrillo del día antes de dormir. Y así, me daba cuenta, día tras día, de que todo eso lo había olvidado, no era capaz de rememorarlo, tus palabras se habían disuelto, o quizás nunca habían existido. Aquí estoy, y estoy cerca de ti. Quiero que me lo cuentes todo, porque esta vez mis oídos sí que están atentos.



Maldita rutina, no aprendí a dejar de hacerme daño.

lunes, 30 de mayo de 2011

Digas lo que digas, quédate.

Decirte adiós implica abandonar una parte de mi vida, dejar atrás tus llamadas de teléfono, de comenzar los días con tus buenos días, de no competir por estúpideces. No sé lo que me ata a ti, ni siquiera si lo que existe entre nosotros no es puramente ficticio, si tanto juego ha construido algo, aunque sea un pequeño e insignificante cariño del uno hacia el otro.
Me quedaré con las ganas de saber si en tu vida he sido una pasajera más, porque tú has pasado por la mía porque encuentro pequeñas dosis de felicidad a tu lado. Y que, a pesar de lo estúpido que llegas a ser, de esa parte de ti que realmente me disgusta, queda la sensación de que te echaré de menos, de que no volver a verte será triste, que sigas tu camino y que no esté en él me molesta.
El peor error, es que has llegado a ser más de lo que un día me propuse. Ha sobrepasado mis barreras, y yo sin darme cuenta, o sin querer hacerlo.



Y no sé qué te diré cuando te vayas. No sé si seré capaz de pronunciar un adiós, si mis palabras se quedarán frías, si tendré unas ganas locas de perderte de vista o no podré dejarte ir.
No lo sé, y no lo quiero saber.

domingo, 15 de mayo de 2011

Quiero escribirte joven Ana.

Querida Ana,

El futuro que un día te planteaste, pensaste y de algún modo, intentas conseguir día trás día no tiene ni una pequeña semejanza a como es mi rutina. No soy de capaz de recordar si todo lo que vivo tiene algo que ver con lo que algún día soñé, o con lo que sueñas tú. Si el camino que escoges tú, es lo que está marcando mis pasos, si lo que hice deja la huella en alguien o aunque sea, en mí misma. Sin embargo, a pesar de que no tenga certeza de nada, te digo que no temas equivocarte, forma parte de la vida (sobrevalorada por tantos). Busca la mejor compañía, algo que no sea efímero, busca esas personas que te complementan, que entren en tu vida, que no te quieran decir adiós, porque muchos otros te fallarán, se quedarán a la mitad, no estarán a la altura para seguir a tu lado. No tengas miedo a la soledad, a veces es lo más fiel que queda. Deja la frialdad a un lado, no te encargues de alimentarla, que ya lo hace ella sola. Ahora, es tan fuerte que no se queda aneja a mí. Y persigue a la sabiduría, deja claro tus preferencias y lo más importante, sé feliz. Yo años después lo intento ser. La felicidad completa es tan complicada, pequeña.



El diablo sabe más por viejo que por diablo.

sábado, 14 de mayo de 2011

I'll follow you to everywhere.

Nos paramos a intentar controlar el tiempo cuando ni siquiera somos capaces de controlarnos a nosotros mismos. Y cuando te quieres dar cuenta, miras y ya nada es igual, tú te has quedado en el mismo punto y coma que la última vez que pasaste por aquí. En cambio, se han escrito un par de capítulos más en la historia. Y no puedes pretender doblar el tiempo para retroceder porque nada ni nadie está de acuerdo con esa decisión. Y exhausto, sin descansar es turno de acatar. Lo que se ha ido, no volverá porque si se fue es para no volver. Y tú nunca llegarás a saber por qué. No hay qué poder recuperar, así que mejor centrarse en caminar, correr o volar pero sin perder el hilo.




Tengo miedo a volar sin sus alas.

miércoles, 11 de mayo de 2011

And I just can't keep living this way

Deja de jugar con las tijeras, de romper todo lo que no te gusta. Y deja de hacer estúpideces. Sé que mis últimas palabras te hicieron daño, que me fui dejandote ver que no volvería, que no quería nada que estuviera minimamente relacionado contigo. No quería nada de ti porque me ofrecías demasiado, o nada. Y cometí un error, lo reconozco, un gran error dejandote aquí.
Y si es ese el motivo de tu comportamiento, tu manera de "salir a flote", lo erroneo aquí y ahora eres tú. No intentes comerte el mundo cuando sabes perfectamente que no tienes fuerza para llegar ni a la vuelta de la esquina. Ambos sabemos que estás derrotado, que la energía que rebosaba se ha desvanecido, pero yo he vuelto. Estoy aquí. He vuelto y cumpliré mi promesa, no volveré a defraudarte, no te permitiré que destroces aquello que me enamora.
Y ya no jugamos, no tengo ningún miedo a tomar decisiones. Nuestro juego llegó hasta muy lejos, demasiado como para que la única manera de echarse atrás era huir, así lo hice. Pero para la próxima huída, quiero que me sigas. Y si hace falta, iremos al fin del mundo.



Sólo necesito saber que no estoy sola, que te tengo cerca.

viernes, 22 de abril de 2011

Es algún que otro detalle.


Antes de salir de casa, siempre me peino y  me encanta arreglarme. Hablo demasiado, o demasiado poco, y muy alto. Me dan ataques de risa sin motivos aparentes  y consigo llegar a ser muy pesada.Me gusta la música altay cantar. Odio el silencio y los ruidos extraños. No me gusta la monotonía pero me cuesta salir de la rutina. Tengo rachas en las que soy insoportable y no paro de gritar y de enfadarme con el mundo. Adoro decir estupideces. Soy mimosa a ratos, y el "y tal" es mi expresión favorita.  Me encapricho con famosos en plan Iker Casillas o cualquier otro. La gente dice que me obsesiono con facilidad y  que soy manipuladora. También se ríen constantemente de mi tontería. La mayoría de las veces soy muy infantil y cojo cariño a las personas muy rápido. Siempre acabo escuchando la música del resto. Adoro jugar a los sims y no hacer nada los domingos, aunque en ocasiones tiraba el ordenador por la ventana. Soy irresponsable, controladora, inmadura, previsible y sencilla . No podría resumir todo lo que me pasa al día por la cabeza. Sin evitarlo, me aprendo la ropa de las tiendas de memoria.  Reconozco que es difícil aguantarme pero hay unos cuantos que lo hacen, y saber que me conocen me provoca una sonrisa.

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Te sigues considerando persona?

Querido diario:

Hoy, al despertarme, me he dado cuenta que el sol no amanece como cada mañana.
Ahora tan solo refleja la sombra de distintos cuerpos con una misma alma globalizada. Sales a la calle y lo primero que te encuentras son personas buscando pertenecer a un grupo, aunque al forman parte de él renuncien a sus propios principios.
El mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado ya que ahora no se busca destacar por méritos propios sino, por lo que piden los demás. Buscamos que cada día sea distinto, sin embargo, continuamos sumergidos en la misma rutina diaría. Pretendemos ser libres pero no somos capaces de evitar los impulsos que nos llevan hasta un simple 'aparatucho' como cualquiera de las nuevas tecnologías que lo único que consiguen es mantenernos paralelos a la vida real.

Incluso, nos han marcado un prototipo de conducta modelo, privándonos de poder elegir un camino diferente al del resto, y es que al final, somos el resultado de un rebaño de ovejas que siguen a un mismo pastor, pastor invisible creado por el egocentrismo de cada uno de nosotros.



martes, 12 de abril de 2011

Making mistakes

Acabamos viviendo culpando a los demás.Todo lo que ocurre e incluso lo que deja de ocurrir a nuestro alrededor es motivado por una causa, según cada uno mismo, ajena a nuestro parecer. Hablamos de culpas, cuando en realidad deberíamos remitirnos a errores, equivocaciones propias. Y así, lo único que hacemos es no desprendernos de ningún modo de todo aquello que tanto nos molesta, de lo que no nos conviene, de lo inadecuado, de un sentimiento de culpa con un peso, que en ciertos momentos es inevitable de soportar, pero aún así, a la preocupación se la lleva el viento. El motivo, es el deseo. Un deseo que nos deja completamente ciegos.

lunes, 11 de abril de 2011

Con aires sentimentalistas.

Aún no te has ido y ya te echo de menos. Y será por el día que es, porque hoy no ha sido un dia nublado ni soleado, porque cuento las noches que no sé algo de ti, de las mil y una ideas que pasan por tu cabeza durante toda la jornada, tus idas de cabeza. Venir, y decirme que sigo jugando un papel importante en este mundo, que en la distancia me necesitas.
Y sé que te vas, que también volverás, no sé en qué momento, no sé si a tu vuelta recordaré algo, si tus palabras me llegarán, si podré esbozar una sonrisa con tus tonterías. No tengo ninguna certeza.
Pero por mucho que el tiempo pase por nuestra piel, tu felicidad también será la mía.

martes, 8 de marzo de 2011

Prefiero un hasta mañana.

Otra vez. Llevas unos pasos de ventaja, caminas a ritmo ligero. Miras hacia atrás y me dedicas una de tus miradas, una sencilla pero profunda, cargada de cariño, de despedida. Se te escapa un adiós completamente mudo, acompañado de una sonrisa de mediodía. Una de las mil que desprendes a lo largo del día, no excesivamente marcadas aunque a su vez un tanto risueñas. Y yo, no sé qué responderte. Hasta en estos momentos varios pensamientos recorren de una manera acelerada toda mi frente. Todos seguidos, uno tras otro. Nada claro. Eso si, sin darme cuenta una pequeña mueca de felicidad ha brotado. No va seguida de nada. Eso y punto. Habría continuado hablando contigo de no ser que ya te has dado la vuelta, de que sigues tu camino. No te has detenido a esperar por la simple razón de que no tienes por qué hacerlo. Y eso si, tu camino es diferente al mio. No hay más. Bueno, el añadido de que vas acompañado.



Los errores corren de mi parte. Y las dudas son mi acompañante.

lunes, 7 de marzo de 2011

No pretendo contar nada.

Siento decirte que no estoy a la altura de las circunstancias. La madurez hoy por hoy brilla por su ausencia. No me digas por qué pero lo único que soy capaz de conservar con el paso del tiempo es mi querido muro de piedra. Aquel que oculta una parte de mí al mundo. Y no hay más. No sé cuál es la fuerza que me empuja a dedicir una cosa u otra, porque desconozco por completo los motivos. Sé como es mi película, lo que quiero y lo que no quiero ser. Lo que presiento que todo el mundo ve y lo que la gente es incapaz de hacer. Callarse. Eso. Unos hablan en exceso y otros se quedan cortos.
Y lo que más me molesta, es que no tengo ni la más remota idea de lo que piensas, de qué pretendes conseguir o la causa por la que todo esto te cabrea. Tampoco creo que tenga el derecho de preguntartelo, es algo que debes hacer tú. Contarmelo si lo ves conveniente. Ya no quiero hacer caso a nadie, les escucho, pero no puedo dejar de debatirme entre lo que quiero y lo que hay. Porque ninguno de los dos puntos están realmente claros. Mis paranoias aumentan de una manera acelerada. Y si seguimos así, vamos de puta madre.

Idiotez, la mía.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Un barco que sigue un mismo camino, de momento.

Te conté ayer la historia de que todo lo que había perdido no era cierto, que las personas no sé pierden se van por su propia cuenta. Saben con toda certeza las coordenadas de tu posición, por mucho que parezcas verles desorientados. Y esto, a mí ya no me desata rencor, más bien llega un punto en el que soy capaz de rozar a la indiferencia. Tampoco te estoy intentando hacer creer que ese es el mejor camino. Es cierto que no lo es, pero aún así yo he decidido tomarlo. ¿Estoy equivocada? Eso lo dirá el tiempo. A fin de cuentas es él el que con tu ayuda, marca la diferencia entre un hasta siempre o un hasta luego. Marca la línea entre superar y acostumbrarse. Y el otro día nos reunimos, llegamos a la conclusión de que estoy en el bando de la superación, de que me duele la espalda de cargar con un algo que no me renta. Y ahora, con ayuda de cualquiera, o de nadie, no lo sé, cojo el timón, tres vueltas a la derecha. Y cambio de rumbo. Voy rumbo a ningún sitio, porque ya no busco, encuentro. Y si quieres compartir el barco conmigo solo necesitas hacer esa señal de humo que bien sabes hacer. Y ahí iré yo, a buscarte. No te preocupes que si no quieres perderte no lo harás. Nunca.




Si quieres venir, te conoces el camino a la perfección. Aún no he definido rumbo.

lunes, 21 de febrero de 2011

Desde un lugar de Madrid, aquí y ahora.

Playa. Atracción. Cantar. Chocolate. Rosa. Superficie. Uñas. Frío. Soledad. Escribir. Futuro. Pasado. Amor. Lista. Ángel. Pensamiento. Calma. Móvil. Idea. Tú. Tijeras. Gato. Fiesta. Pablo. Caos. Irredución. Creencia. Muse. Saltar. Osos. Persiana. Caída. Agobio. Desesperación. Lucía. Seducción. Maquillaje. Amarillo. Lágrimas. Frustación. Sueños inalcanzables. Vibrar. Flor. Retroceso. Conciencia. Calle. Malta. Verano. Noche. Besos. Complicidad. Lluvioso. Preguntas. Respuestas. Reflexión. Hechos. Recuerdos. Secretos.Infravalorarse. Reglas. Excepciones. Oculto. Él y ella. Fotografía. Sol. Música. Sonido. Suavidad. Cansancio. Agarrado. suicidio colectivo. Filosofía. Sospechas. Inquietudes. Mentiras. Miedo. Temor. Desconfianza. Tranquila. Deber. No poder. Cobarde. Bailar. Isla. Sentido. Sensación. Piedra. Submarino. Peces. Naranja. Insensibilidad. Constancia. Trabajo. Hablar. Prisas. Tránsito. Risa. Pasión. Mallorca. Idiota. No. Sí. Pistola. Teatro. Papel ficticio. Germana. Control. Autocontrol. Superación diaria. Continuar. Salir. Perder. Encontrarte. A ti. A mí.

martes, 15 de febrero de 2011

Está todo dicho.

Ibamos de la mano por una calle bastante transitada. Ninguno de los dos teníamos las ganas de mantener una conversación con un poco de interés. Últimamente le echaba de menos, ya no se comportaba igual. Hacía tiempo que no desprendía su vitalidad y su sonrisa se dejaba ver solo en ocasiones contadas. Estaba ausente, desaparecido. En cambio, para mí seguía siendo él, alguien especial.
Y no sé cómo, en medio de la multitud pude ver a una chica. Tenía un algo que llamaba la atención, que era fácil de captar.
Andaba rápido, como si llegara tarde a su cita. Con un cigarro en mano y con la otra mano también ocupada por una bolsa. Era una chica joven, guapa y con atractivo. Su cara me parecía conocida. Al acercarse pude percibir sus faciones suaves y poco marcadas, que denotaban un leve sufrimiento. En su mirada no se percibía dolor, más bien todo lo contrario.
Me di cuenta de que él también la miraba. En momentos posteriores además sonreía. Sus miradas chocaron y ambas provocaron una sonrisa en el otro. Se conocían. Estoy segura.
Soltó mi mano y la dio dos besos. Cruzaron unas breves palabras, un "qué tal", un "qué haces por aquí", un " a dónde vas"... Se despidieron a los dos o tres minutos. A mí me dedico un "hasta otra".
Seguimos andando, esta vez había más distancia entre nosotros. Le miré y sentí que ese encuentro le había sentado bien. Ella es alguien en su vida. Existe la complicidad. Un algo que a mí me falta.



Porque a veces, nos empeñamos en tener eso que no está hecho para nosotros.

sábado, 5 de febrero de 2011

Algo esencial.

Malditos cuatros de febrero. Ya son diecisiete. Diecisiete cuatros de febrero de los cuales trece han sido a tu lado. Hoy por hoy, he perdido la cuenta de los secretos inconfesables, de las horas al teléfono, de los motivos de enfados, de las sonrisas que me has sacado.
Porque llega un momento en el que es imposible abarcar con palabras ese “algo”, toda la complicidad conseguida. Soy incapaz de explicar los materiales con los que construimos ese hilo irrompible, capaz de permanecer paralelo al tiempo.
Y ya te has acostumbrado a colocar una sonrisa en mí, a caminar a mi lado y seguir el mismo camino, a pasar por buenos y malos momentos, a reír y a llorar. Y en un día como el de hoy, sólo puedo recordarte una pequeña parte de lo que eres. El trozo de tiempo que compartes conmigo. Recordarte que, si pudiese parar el tiempo aunque tan solo fuera por unos minutos y contarte todo lo que hemos vivido, todo estaría reducido a sencillos y añorados recuerdos. Recuerdos que yo haré grandes, ya que tú has hecho que sean imborrables. Ten algo claro, lo que un día marcaste, hoy queda grabado en el corazón. Si tú lo tienes claro y yo, también.
Gracias por seguir aquí. Necesito seguir teniéndote a mi lado, de la mano. Me haces feliz. Y te quiero muchísimo.



Muchas felicidades. Eres increíble y nunca dejarás de serlo.
Felices diecisiete

jueves, 3 de febrero de 2011

Así es más fácil entender.

Sin darnos cuenta, de manera inconsciente, volvemos a estar en la misma parada de autobús, alrededor de la misma hora de siempre, tal vez un poco más tarde hoy. Pero ahí estamos.
Y claro, como no, los silencios incómodos, alguno que otro desesperante. Se podía decir que jugamos a sacar las palabras con sacacorchos, es una manera de hablar, por llamarlo de algún modo.
Hacia tiempo que no se sinceraba conmigo, que no contaba con una posible charla en el lugar donde habíamos tenido las anteriores.
La situación era clara. Ambas sabíamos de la existencia de unas cartas, las cuales quisieramos o no algún día tendríamos que levantar, y justificarlas.En parte yo lo había hecho. Por primera vez no tenía nada que decir, esperaba una explicación a todo, motivos que me permitieran terminar de atar cuerdad. La espera no fue excesivamente pesada, y los motivos vinieron solos.




Hasta lo más mínimo llega con compañia. Curioso.

lunes, 17 de enero de 2011

Corrígete, yo lo hice en su momento.


Es el lugar donde se deberían tomar las decisiones. Es mi lugar de desconexión del resto. Aquí nadie interrumpe ni molesta. Únicamente estoy yo y la soledad no me abarca. Una buena ducha con el agua medianamente tibia. Porque ahora, tocan los cambios. Pedir perdón y cambiar el modo de pensamiento. Se acabaron las tonterías. Todos nos equivocamos y es cierto. Pero yo he ido un paso más allá. Y es algo que ninguno ha reconocido. No importa. Sé que esta vez no cometeré errores. Hacer eso se queda en el pasado. En el presente, cometeré algo distinto.

domingo, 16 de enero de 2011

Por ahí no es por donde debes ir.

No sigas hablando porque lo único que sabes hacer es decir estupideces. La charla de que cualquiera puede cometer un error ya me la has dado. Después de un perdón, más bien unos cuantos, sigues haciendo lo mismo. Vas y vuelves. Has dejado de estar al lado de unos, que pareces haber descuidado por pasar el tiempo con otros con los que no pareces feliz. ¿A qué juegas? Cierto es que ya ni te juzgo, cada uno es dueño de sí mismo, hace lo que quiera y con quien quiera pero te recomiendo que no te equivoques, sobretodo por todo lo que te cuesta pedir disculpas. No vengas un día con una cara y al siguiente con otra. Eso no vale, o juegas a un juego o a otro. No quiero saber nada de errores.

Sé que reconocerías que lo único que haces es dar vueltas porque no tienes a nadie incondicional, que cometes fallo tras fallo y que esta vez lo estás haciendo mal.


El camino bueno no está por ahí. Ahí está el fácil.

viernes, 14 de enero de 2011

Otra ella.

- ¿Quieres conocerla? La verdad es que es una chica sencilla, sabe poner esa cara de pena con la que conquista a todos. Es un tanto bajita aunque no le gusta que se lo recuerden. Con pelo rizado de un castaño no demasiado oscuro. A pesar de que lo niegue le gusta la tranquila soledad, en su justa medida. Es capaz de montarse una paranolla tan grande como una casa. Soñadora pero realista. Negativa hasta decir basta. Risueña, resultona y algo rara. Cabezota y a veces inaguantable. Es capaz de lograr todo lo que se proponga, sim embargo todos sus obstáculos se los pone su dichosa inseguridad. Siempre va poco a poco pero con prisas, no da pasos de gigante porque teme caerse. Con carácter fuerte pero tímida al principio...

- Siento interrumpirte, pero la chica de la que hablas llega por ahí.

- Es cierto. Es ella.

- Ya lo sabía desde hace un rato. Es inconfundible.


miércoles, 12 de enero de 2011

Sin motivo, pero les necesito.

No sé ni cómo ni por qué me encontraba en un pequeño camino con algunos matorrales y arbustos en los alrededores. Tampoco sabía como era posibleque mi mano izquierda sostuviera una botella de vodka ni por qué a mi mano derecha estaba agarrada mi querida compañera de fiesta. La miro, es rubia y bastante atractiva. Desconozco el motivo por el que no para de reirse. Aún así lo sigue haciendo.
Al final del camino hay unas escaleras, cerca de allí se oye algo de música y risas. El tono de voz de quien narices estuviera hablando era considerablemente alto.
Nosotras seguiamos avanzando, llegamos y en frente nuestra había una pequeña fiesta montada. Se podía leer un "Feliz cumpleaños" en un cartel.

En un momento me limité a mirar con detenimiento a la gente que estaba ahí. Todas y cada una de las caras eran conocidas, más bien bastante familiares. De repente, me dí cuenta de todo. Era el lugar de siempre, cierto, también sonaba la típica canción que solemos sintonizar en los cumpleaños, y como no, las carcajadas eran de los mismos. Allí se encontraban los de siempre, ellos.

Lo extraño fue que entre tantas risas, solo era capaz de sentir una sensación de añozanza. Y ahora, todo se vuelve otra vez nublado y cuando consigo volver a la claridad, no estoy más que sentada frente al ordenador recordando.


Los de siempre. ¿Dónde están? ¿Volverán? Yo al menos, confio que algún día.

martes, 4 de enero de 2011

Errores evitables.

Que no te equivoques, aquí la que pierde eres tú y no yo. Hoy por hoy tengo todo lo que necesito, puedo llegar a ser feliz en tu ausencia. La soledad durante unos cuantos días no me anda pisando los talones, a diferencia de ti, que creo que en cuanto te llegue a coger te tendrá como esclava una cierta temporada. Pero es así, simple, cada uno encuentra lo que busca, el tiempo pone a cada uno en su lugar. Si tienes que estar en la parte más baja lo estarás por mucho que hayas podido acariciar la cumbre. Porque ese lugar sólo lo tiene quien se lo merece, quien da motivos para ser reconocido, quien lucha y está ahí en el día a día.
Si no estás a la altura, alguien se encargará de quitarte aquello que no es tuyo. Y así, poco a poco, perderás terrenos, ya no te hablo de posesiones, te hablo de las cosas de diario, de eso que llena a las personas, de todo lo que es capaz de provocar tu felicidad y a su vez cada sonrisa que salga de tu boca. Todo eso desaparecerá, y el motivo no ha sido cometer algún error, la causa es dejar de lado algo lo suficiente valioso como que cuando te lo quiten (más bien lo pierdas tú solita) sientas una sensación de vacío. Porque siento decirte que si, ellas son lo importante. Importantes y necesarias. Te lo aseguro.

Nos damos cuenta de más de lo que aparentamos.

Cierto es lo de que uno no se acuesta sin saber algo nuevo. Y hoy, ha sido de los días que esa frase queda más remarcada. Sé que es imposible abarcarlo todo, por eso he decidido que toca hacer las cosas bien. Se acabó no decir las cosas, ocultar información y evitar los problemas. Los problemas existen, se ven a unos cuantos kilómetros incluso. Es una montaña, pero no te preocupes que no es tan difícil disolverla, es más, con cabeza, ganas y esfuerzo se puede conseguir. Ahh! También se necesita una pizca de madurez. Porque es hora de que te comportes como una persona de tu edad, y sino, también tienes la opción de aceptar que te no eres tan maduro o madura de lo que creías. No pasa nada, muchas veces ninguno lo somos (en este grupo me incluso yo de cabeza) pero la diferencia está en que el grado de madurez de tu fachada coincida o sea al menos similar con el de tu interior.

Y volviendo a los problemas, hay algo que debemos tener claro. Hay ocasiones en las que sin querer y de manera inevitable, alguien o incluso nosotros mismos nos ponemos un pañuelo que no deja vernos con claridad, que provoca una ceguera un tanto complicada de quitarse. Y por ese motivo cometemos errores, es inevitable, eso no lo discuto pero también hay que saber reconocer cuando te están abriendo los ojos y cuando únicamente las palabras se utilizan para meter cizaña.

Yo lo he dejado claro, lejos del alcance de algunos, pero el que avisa no es traidor. Y como nuevo propósito, hacer las cosas correctamente y en condiciones es una buena opción.