Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

jueves, 3 de febrero de 2011

Así es más fácil entender.

Sin darnos cuenta, de manera inconsciente, volvemos a estar en la misma parada de autobús, alrededor de la misma hora de siempre, tal vez un poco más tarde hoy. Pero ahí estamos.
Y claro, como no, los silencios incómodos, alguno que otro desesperante. Se podía decir que jugamos a sacar las palabras con sacacorchos, es una manera de hablar, por llamarlo de algún modo.
Hacia tiempo que no se sinceraba conmigo, que no contaba con una posible charla en el lugar donde habíamos tenido las anteriores.
La situación era clara. Ambas sabíamos de la existencia de unas cartas, las cuales quisieramos o no algún día tendríamos que levantar, y justificarlas.En parte yo lo había hecho. Por primera vez no tenía nada que decir, esperaba una explicación a todo, motivos que me permitieran terminar de atar cuerdad. La espera no fue excesivamente pesada, y los motivos vinieron solos.




Hasta lo más mínimo llega con compañia. Curioso.

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