Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

domingo, 3 de octubre de 2010

Acabas de volver a elegir.

Tú. Tú eres tonto. Eres increiblemente imbécil. Sólo te limitas a observarla, a mirar detenidamente cada una de las partes que PARECEN tan perfectas de su precioso cuerpo. Tienes realmente claro que te encanta. Ella y su extraña forma de ser. Pero eres tan sumamente estúpido que no eres capaz de pronunciar algo coherente, ni si quiera un TE QUIERO. Mientras, ella sigue moviéndose rápidamente por la habitación. Recoge sus cosas. Ha decidido marchar, preparar una maleta con lo útil, desechar todo aquello que no sirve, o simplemente todo lo que ha dejado de utilizar.
Está triste, esperando un "quédate" o un "no te vayas". Tal vez, un sencillo "te necesito". Ambos saben que se quieren, no está claro quien siente más, no importar, exitir, EXISTE.
Ha terminado. Se dispone a irse, a otro lugar, posiblemente desconocido a miles de kilómetros o tan conocido como a un par de manzanas. Tampoco se sabe si con vuelta o sin ella. El caso es que se va, y tú eres tan imbécil de quedarte parado y limitarte a observar los acontecimientos.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. No eres nada de nada asiqe calla :)
    De respuesta a tu observación, opino que si el tuviera ganas de irse, se habria ido ya, lo unico que no es capaz de reconocer cosas que deja en dudas por no asegurar. Y ella se quedaria encantada pero los te quiero, o los quedate hay veces que son esenciales. :D
    Es una simple opinión, recuerda

    ResponderEliminar