Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hablamos de sentimientos.

¿Alguna vez has estado enamorado? ¿Has sido capaz de sentir esa “chispa” de la que hablan todos?
Personalmente, desconozco un proceso directo al enamoramiento, conocido como flechazo; supongo que es cuestión de ir avanzando, poco a poco y paso a paso como en todo. Dudo que sean del tipo de experiencias que se repiten cada cierto tiempo en la vida, es más son del reducido grupo a las que la frase ‘Este tren no pasa dos veces’ le va como anillo al dedo.
Si te preguntas por las causas de este proceso, no te preocupes, puedes responder un simple “porque sí”. En estas condiciones, estaría aceptado.
Y la historia empieza así, conoces a alguien, un sencillo encuentro, una primera toma de contacto. Con el tiempo a tu favor, comienzas a averiguar gustos, aficiones, y en circunstancias con una mediana casualidad, tu cuerpo empieza a liberar una serie de impulsos eléctricos que lo primero que producen es que en tu rostro se esboce una atrevida sonrisa. Por lo que, de manera completamente incontrolada eliges a una persona, donde ciertos aspectos que antes podrías considerar importantes, dejan de serlo. Y a lo tonto, mal hablando, entre millones y millones de personas solo una en un momento determinado es la única capaz de provocar un sentimiento inconfundible, amor. Después de esto, estarán los besos, expresiones de amor y como no, una cantidad de hormonas estarán liberadas por todo tu cuerpo, las suficientes como para provocar un conjunto de sensaciones agradables y deseadas por más de uno. El sentimiento que tiempo atrás había nacido aflora otros unidos a él, la ternura, el cariño, la pasión, la excitación… A partir de este punto, llegan los momentos de disfrute mutuo, y la imaginación es la que continuaría hablando.
Y de algo estoy segura, después de esta resumida descripción del enamoramiento de una manera un tanto familiar, puedes llegar a pensar que esto es algo mecánico, con lo que estarías equivocado o equivocada. No he hecho más que ponerte un pequeño ejemplo, porque en estos momentos mi posición es de mera espectadora.

2 comentarios:

  1. Nunca me he enamorado, desgraciadamente. Algunos dices que ya me llegara, y otros que tengo suerte =P

    ResponderEliminar
  2. Yo tampoco, si te consuela :) Supongo que si tiene que llegar llegará!

    ResponderEliminar