Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

martes, 7 de septiembre de 2010

Cartas.

Mes de septiembre. Cómo los últimos días te despiertas y intentas aprovechar el máximo tiempo entre las sábanas, haces una pequeña planificación del día, una lista de las miles de cosas que tienes que hacer aunque sabes perfectamente que no harás ni siquiera la mitad, pero como cada mañana decides proponértelo, ¿por qué hoy no?
Es hora de levantarse, coges un buen cuenco con cereales, el zumo y la leche. Enciendes la tele, para que una vez más, todo ese grupo de periodistas te recuerdes la preciosa "vuelta al cole". La apagas para evitar pensarlo más. Vuelves a la habitación, y ves, que como siempre está completamente desordenada, decides poner un poco de orden, es una ligera impresión de que a la vez que ordenas unos cuantos metros cuadrados estás también ordenando capítulos de tu vida, épocas...
Y revuelves, ordenas, buscas, las horas pasan, y te la encuentras. De repente, de forma inevitable una sonrisa se esboza en tu cara. Decides abrir esa carta que lleva tanto tiempo metida en el cajón, en el fondo. Inconscientemente pasan por tu cabeza miles de momentos, millones de recuerdos que parecían haber desaparecido, pero no es así. Pueden haber pasado años, desde que me la dieron, y para variar, todo lo que prometía, ahora es bastante diferente a la realidad.

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