Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

martes, 4 de enero de 2011

Nos damos cuenta de más de lo que aparentamos.

Cierto es lo de que uno no se acuesta sin saber algo nuevo. Y hoy, ha sido de los días que esa frase queda más remarcada. Sé que es imposible abarcarlo todo, por eso he decidido que toca hacer las cosas bien. Se acabó no decir las cosas, ocultar información y evitar los problemas. Los problemas existen, se ven a unos cuantos kilómetros incluso. Es una montaña, pero no te preocupes que no es tan difícil disolverla, es más, con cabeza, ganas y esfuerzo se puede conseguir. Ahh! También se necesita una pizca de madurez. Porque es hora de que te comportes como una persona de tu edad, y sino, también tienes la opción de aceptar que te no eres tan maduro o madura de lo que creías. No pasa nada, muchas veces ninguno lo somos (en este grupo me incluso yo de cabeza) pero la diferencia está en que el grado de madurez de tu fachada coincida o sea al menos similar con el de tu interior.

Y volviendo a los problemas, hay algo que debemos tener claro. Hay ocasiones en las que sin querer y de manera inevitable, alguien o incluso nosotros mismos nos ponemos un pañuelo que no deja vernos con claridad, que provoca una ceguera un tanto complicada de quitarse. Y por ese motivo cometemos errores, es inevitable, eso no lo discuto pero también hay que saber reconocer cuando te están abriendo los ojos y cuando únicamente las palabras se utilizan para meter cizaña.

Yo lo he dejado claro, lejos del alcance de algunos, pero el que avisa no es traidor. Y como nuevo propósito, hacer las cosas correctamente y en condiciones es una buena opción.

1 comentario:

  1. Y es que al fin y al cabo, ¿quién va a luchar si no lo hacemos nosotros?
    Buena reflexión, claro que siempre hay que aplicársela a uno mismo.

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