Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

domingo, 28 de noviembre de 2010

Sólo me hace falta un sí.

No hemos llegado a un tope. Pero ya nada puede ir a peor. No sé qué es lo que hay, qué es lo que ha quedado, ni siquiera sé hasta que punto se ha desvanecido todo esto. No hemos marcado un tope, un pequeño límite que nos avisara que nos estamos equivocando, que llevamos ya un par de semanas equivocadas. Y yo, al menos me he cansado, no busco culpables, me da igual, de momento son otras cosas las que me provocan más dolor, más lágrimas y más ganas de huir. Y no puedo seguir haciendo de tripas corazón, ni seguir con la estúpida idea de que no queda nada. Porque no tengo la certeza, porque es imposible que después de tal cantidad de amistad, ahora no quede ni un mísero granito, porque yo no me lo creo.
Pero yo no he quitado la palabra a nadie, yo desconozco motivos, desconozco razones y desconozco realidades.

Porque en el dia de hoy, me he dado cuenta que no sé ni la mitad. Necesito que me informes, ¿lo harás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario