Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

domingo, 15 de abril de 2012

Ni adiós, ni hasta pronto ni siquiera hasta mañana.

Podría hablarte de demasiados principios de esta carta. Llevo mucho tiempo pensando en cómo debería de empezar a escribir esto. Te he escrito miles de cartas de despedida, pero sabes tan bien como yo, que simplemente eran hasta luego, que solo era un puñado de palabras bonitas que debías recordar hasta que volvieras a mi lado, quizás por eso esta nunca te llegó, quizás por qué odio las despedidas, quizás por qué no puedo contarle a una carta todo lo que te diría con solo un beso. Me he enterado de que finalmente te fuiste para luchar por tus sueños, para llegar a ser el hombre del que siempre me hablabas, de que harías lo que sientes en cada momento. Siempre supe que esos sueños te alejarían de mí, y nunca serías capaz de renunciar a ellos por mí.
Te conozco demasiado, y sé que seguramente no serás capaz de contestarme. Que pareces muy feliz siendo "otro" y que en ese otro no hay hueco para mí. Quiero decirte que no te odio, o eso creo, que desde el primer momento supe donde me metía, que desde el primer momento sabía que esto no iba a acabar bien, que en nuestro camino no había sitio para "para siempres". También creí que nunca llegarías a ser ni la mitad de importante que en realidad fuiste, pero es que con cinco segundos de tu tiempo, tenía suficiente. Quizás al igual que me equivoqué en eso, lo hice en otras ocasiones, quizás si exista un futuro cercano contigo, quizás no seas feliz en la vida que llevas, y quizás diciendo lo que dices lo que verdaderamente quieres es ocultar la verdad.
Y no sé despedirme de ti, no sé romper las fotos que no tenemos, no sé “cerrar una puerta y abrir otra”. Y no quiero hacerlo, no quiero hacer como si nada, no quiero. Hay tantas cosas que quiero contarte, necesito un amigo, te necesito a ti, tener un día de tu vida, uno. Pero sé que prefieres pensar que no me lo merezco, y que no me lo darás. Así que tengo que conformarme con que durante estos minutos, pienses en mí, pienses en ese nosotros teóricamente esfumado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario