Perderse en la lluvia

Perderse en la lluvia

jueves, 29 de julio de 2010

Más y más

Aquellos tres días se convirtieron en un simple desahogo para ella. Día tras día miraba el reloj cuando rondaban las tres y media de la tarde, justo en ese rato estaba viendo el capítulo diario de esa serie que tanto la gustaba. Y encendía su ordenador, dispuesta a verle online, a que él le saludara, tuvieran esa conversación que dejaba con un gran sabor de boca a cualquiera. En cambio, ese martes fue diferente; cuando las manecillas de su reloj estaban colocadas sobre el número cuatro la pequeña y prácticamente el doce la más larga, hizo el mismo mecanismo que todas las tardes, él estaba ahí esperándola pero esta vez con una mentira. Otra mentira añadida a las palabras "siempre te seré sincero". Ella pensó que era una sencilla broma, era normal porque siempre andaban vacilándose pero en realidad, todo formaba parte de un juego, un juego que ella propuso y se le acabó yendo de las manos. Así, es mejor dejar de jugar y declararse perdedor.

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